Palabras de Jean Claude Bessudo en su Condecoración con la Orden Nacional de la Legión de Honor

Jean Claude (promoción 1964) recibió esta condecoración el pasado 17 de mayo, y estas fueron sus palabras:

"Cuando en el año  1989  el gobierno Francés  me honró nombrándome «Caballero de la Orden Nacional al Mérito», muy orgulloso se lo conté a mi mamá, ella me dijo: «No veo que hayas hecho nada especial para semejante honor». Mi mamá desafortunadamente ya no está con nosotros. Ya no le puedo contar que ahora fui distinguido con nuestra máxima condecoración: La Legión de Honor, La Legión d´honneur.  

No hay duda que me hubiera repetido exactamente lo mismo, y estoy seguro que con mucho  de razón.

En esta misma embajada, durante un discurso de entrega de las Palmas Académicas escuché alguna vez la siguiente frase:

«Las condecoraciones no se solicitan, las condecoraciones no se rechazan, las condecoraciones no se llevan».

Sin embargo,  agradezco  al gobierno francés  esta condecoración, y la llevaré en lo más profundo de mí. « En mon for  intérieur»

Tuve la suerte de llegar muy joven a Colombia (a los 13 años), de recibir durante 4 años una formación en el Liceo Francés Louis Pasteur  que me marcó enormemente,  que recuerdo y nombro muy a menudo. Una formación de gran calidad con profesores que influyeron en nuestro desempeño de  toda la vida:

Para el orden mental:

  • Señores: acuérdense  aplicar los dos primeros principios de la lógica:     

 A es igual a A    y   A + B = C.

  • Para las presentaciones y licitaciones: «No olviden que los títulos  se subrayan dos veces y los parágrafos una sola vez».

Para evitar, o tratar de mitigar  los excesos de nuestra imaginación, lo que Françoise Sagan  llama: « Folle du Logis » recibimos  los cursos del profesor Rousset acerca de la pasión y sus peligros.

Los cursos acerca de Dios tanto en clase de filosofía como de religión, nos enseñaron el respeto al ser humano y tal vez la permanente búsqueda de la perfección. Ser comprensivos con los demás y a menudo  implacables con nosotros mismos.

A eso le añadimos algunos recuerdos de la formación que recibí en mi etapa francesa por una niñera Alemana bastante rígida, que no nos dejaba salir del cuarto  mientras no estuviera perfectamente ordenado, ni permitir que nos sirviéramos el plato de la siguiente comida mientras no hubiéramos acabo el anterior.

Eso se puede traducir ya en una edad más avanzada tal vez en: disciplina, rigor, cumplimiento  y  trabajo en tiempo real.

De esa etapa de mi formación,  recuerdo la omnipresencia de la cultura Francesa, la cultura universal, el orden cartesiano.

De ahí pasé a México donde durante 6 meses escuché: «México lindo es lo mejor» a pesar que para mí el castillo de Chapultepec, jamás se compararía con Versalles.

Y llegué a Colombia donde hace 56 años que escucho algunas variantes: «Colombia es un horror! Permítanme decirles: Nada más falso. Es un país generoso, inteligente, creativo, con una infinita capacidad de resiliencia y de querer hacer bien, admirable en muchos aspectos.

Un país que escogen como sitio de residencia cada vez más franceses, y donde recibimos la mejor acogida.

Tuve la gran fortuna de haber sido escogido como el primer extranjero naturalizado Colombiano a la luz de la constitución de 1991 gracias a la generosidad del señor Presidente Cesar Gaviria y de su  señora Ana Milena Muñoz, aquí presente.

Recuerdo que el Presidente Gaviria me honró nombrándome: « El más Colombiano de los Franceses»

En Francia me consideran a menudo como el más Francés de los Colombianos, pero es falso,  quienes enarbolan ese título están aquí presentes y nos acompañan: Don Luis Martín de German-Ribon y don Plinio Apuleyo Mendoza, ¡Quienes piensan y respiran en francés!

La Legión de Honor fue creada por Napoleón, leí que se entrega  por méritos militares excepcionales  o méritos civiles ejemplares.

No creo que sea por lo militar,  estuve solamente 3 días en el Camp Dugommier en Pointe à Pitre.

Entonces nos queda pensar que haya sido por la  labor civil.

Cuando me preguntan mi profesión, debo confesar que  la que yo creo y siempre contesto es: Telefonista.

Pero he tratado de ser un telefonista creíble y entusiasta y desde ahí transmitir lo bueno de nuestros paises. Ese mismo entusiasmo que alguna vez mis profesores del colegio en Francia calificaron como: « Demasiado activo, pero no como, y cuando se debe». 

Pero de todas maneras nunca me dejará de acompañar la otra observación del Liceo Francés:

¡Peut Mieux Faire! –  Puede hacerlo mejor

Gracias a mi actividad de inventor de viajes he tratado de mostrar a los Colombianos lo mejor de Francia, y a muchos Franceses, lo mejor de Colombia.  

Confío que próximamente lograremos hacer descubrir  Colombia a muchos Franceses tan pronto como los tan anhelados acuerdos de paz se finiquiten y sean una realidad.

La labor de telefonista bien intencionado se ha podido llevar a cabo gracias al apoyo de todos ustedes, mis amigos, mis consejeros, mis colaboradores, al apoyo de mi familia y de Danielle (a quién le corresponde el mayor porcentaje de esa presea) a lo largo de todos estos años.

El año 2017 será el gran año del intercambio cultural, científico, social entre Francia y Colombia.

Muchos de los aquí presentes están trabajando activamente en este proyecto, los invito a todos a vincularse a este evento dando muestras de todo el afecto y cercanía con que nos unen Colombia y Francia.

No quiero terminar sin rendir un homenaje muy sentido a un gran francés, que nos inspiró y sirvió de ejemplo a muchos por sus labores comunitarias en todos los aspectos en la comunidad Franco-Colombiana: El señor Jean Bottagisio, « Oficial de la Legión de Honor». Tuvo un pasado de más de 60 años en Colombia impecable y admirable y nos sirve de ejemplo a todos nosotros.

Gracias usted señor Embajador por haber sido el artífice de esta condecoración y gracias a todos ustedes por honrarme con vuestra  presencia en el día de hoy lo cual significa para mí conociéndolos  la máxima muestra de amistad."